miércoles, 29 de septiembre de 2010

Odette, una comedia sobre la felicidad (Odette Toulemonde). Eric-Emmanuel Schmitt. 2007.


Humildad, esperanza y felicidad vertebran esta magnífica comedia sobre el saber vivir, sobre el autoconocimiento como base para dilucidar el proyecto emancipador que todos pretendemos. De nada sirven los logros, las pequeñas y aisladas victorias si no se es capaz de soñar, de volar y creer en tu propio mundo, si no se es capaz de tropezar sin pintar la culpa en la dichosa piedra de turno, si no se puede reconocer y defender la propia reivindicación de estar vivo y desear contemplar. La película nos da una lección sobre el buen vivir mediante un relato audiovisual muy ordenado, coherente y de gran vistosidad cuidando una estética muy precisa. Con piezas musicales cortas, amenas y que dejan traslucir ese gusto por la divagación y la ensoñación que caracteriza a Odette y a la que las personas deberíamos someternos con una mayor asiduidad. Grandes dosis de humor con el contraste más sentimental, como rezan las grandes obras, dan un solemne tono a la obra, sin embargo no alcanzo a verla como una excelente película, a pesar incluso de la gran interpretación femenina, y es que para mi no llega a ser lo fantasiosa o realista que debiera quedándose a medio camino entre dos mundos, uno real pero ligeramente inventivo y uno donde los estados anímicos son los que perciben. No obstante se acerca a esa excepcionalidad que transmiten las mejores películas, no dejes de ver esta apología de la dicha.

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